Nota de Autor,
HOLAAA GENTE GUAPA!!!!! Sé que dije que no iba a subir hasta Enero jajaja bueno os estoy mareando mucho probablemente. Pero el otro día en twitter puse que si la fanfic llegaba a 100 visitas en wattpad iba a subir, y como hemos llegado a 100 visitas, lo prometido es deuda!!!! CAPÍTULO LARGO PARA VOSOTROS PORQUE OS QUIERO ♥
Vale por si algunos no lo habéis entendido, que ya me han preguntado por whatsapp, se supone que todo esto pasa 5 meses después de que Valeria decida irse a Madrid. Es decir, pasan 5 meses desde el capitulo 30, y ya Val esta en la Uni, y conoce a nueva gente etc etc. ¿QUE OS PARECE SIMON? ES ADORABLE *-* ¿SIMON O PABLO? ¿A QUIEN ELEGIS?
YA NO QUEDA NADA PARA NAVIDADEEEEEEES AISNJSBDJSANÑANSANÁS. ¿QUE OS HABEIS PEDIDO PARA PAPA NOEL? ¿Y PARA REYES? A PABLO YA ME LO HE PEDIDO YO, SORRY.ÇPOR CIERTO, EL OTRO DIA ME REGALARON UNA SUDADERA DE PABLO QUE ES ASJDBJBCFJABJABDJBDJABDJBASNKLSN *-* ESPERO QUE TODOS EMPECEIS BIEN EL AÑO.
BUENO NO ME ENROLLO, AQUI OS DEJO EL CAPITULO EN EL QUE VAMOS A DESCUBRIR UN POCO DE LO QUE PASÓ EN ESTOS 5 MESES QUE HAN ESTADO SEPARADOS.
ABRAZO KOALA A TODA ESA LEGIÓN DE ÁNGELES!!!
PD: RECORDAD QUE PABLO SALE MAÑANA EN TVE SOBRE LAS 21.00 (CREO)
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*Narra Valeria*
Canción: The A Team, Ed Sheeran
Cuando termino mi jornada en el Starbucks, cojo el metro hasta donde vive Simon. Había dejado el coche al lado de la parada del metro. Siempre iba a trabajar en este transporte, ya que ir en coche a Gran Vía era una tontería, porque buscar aparcamiento era técnicamente imposible. Al final había llamado a Simon y habíamos quedado en que no fuera a buscarme. Vivíamos en el mismo sitio, él en una urbanización y yo en un bloque de pisos.
Me meto en el coche, enciendo la radio subiendo el volumen a tope, pongo la calefacción ya que el coche esta frío debido a no haberlo utilizado desde la hora de comer. Canto la canción que ponen en la radio hasta que llego a casa de Simon, aparco delante de la grande puerta blanca, me bajo del coche, y como hago siempre que voy a su casa meto la mano en el buzón rojo y cuadrado, sacando la llave de la puerta y la meto en la cerradura. Se me hace raro entrar en su casa con mi propia llave, pero él insiste en que lo haga. Subo las escaleras que dan a la puerta y antes de que pueda abrir noto algo, miro a mis pies y veo a Mickey, el mini gato de Simon, me agacho para acariciarle el pelaje naranja y ronronea mirándome con unos ojazos grises. Recuerdo la primera vez que intenté tocarle, me arañó y salió corriendo.
-Hey Val- no me había dado cuenta de que la puerta se había abierto y que el padre de Simon estaba ahí con una sonrisa en la cara. Es igual de alto que Simon, casi llegando al 1’90, si no fuera por las canas que tiene en el pelo parecería mucho mas joven de lo que realmente es. Sus ojos son azules, como los de su hija, en cambio los de Simon son más verdes que los míos, supongo que su madre los tenía verdes también.
-Hola- veo la cola de Mickey desapareciendo entre los arbustos del jardín, así que debo parecer tonta, aquí en cuclillas en el suelo. Robert quita la llave que yo había metido hace unos minutos y me deja entrar con una sonrisa. Paso y entro al salón, está igual que siempre, muy masculino, se nota que solo viven Simon y su padre aquí, ya que Elizabeth se independizó hace tiempo.
-Simon está en su habitación, se acaba de duchar- comenta dirigiendose a la cocina- voy a pedir una pizza, ¿la misma de siempre?- pregunta y asiento con una sonrisa. A veces me pregunto si Robert me conoce mejor de lo que Simon lo hace, he dormido más en esta casa que en mi piso así que no me extrañaría.
Subo las escaleras de madera, que crujen bajo mis pies, llego a la primera planta y abro la puerta de la habitación, está perfectamente ordenada, la cama con el edredón perfectamente liso, y con los libros colocados alfabéticamente en la estantería, sin una mota de polvo. Simon es la definición de "organizado".
Veo la silueta de Simon buscando algo en el armario, como su padre me había comentado antes, acaba de salir de la ducha, va con un pantalón largo de chándal y con el torso al descubierto, tiene los rizos mojados.
-Hola- sonríe al verme y se pone una camiseta blanca de juego de tronos, se le va pegando al cuerpo debido a la humedad, no está excesivamente musculoso pero lo suficiente para que se le marquen debajo de la camiseta. Sacude la cabeza haciendo que gotas de agua salgan de su pelo.
-Vamos- me da un beso en la mejilla, me coje de la mano y me lleva escaleras arriba a la buhardilla, donde tiene todos los juegos de la play y una televisión enorme. Es raro lo obsesionado que puede llegar a ser con los videojuegos pero que a la vez sea un estudiante de matriculas.
-Prometiste jugar conmigo a The Walking Dead- enciende la tele y va metiendo el juego en la play.
-¿Lo hice?- pregunto riéndome. Para mi asombro, el padre de Simon entra en la buhardilla con la pizza y se despide dejándonos solos. Que rapidez.
-Sí, lo hiciste- coge mi mano y se sienta en medio del sofá marrón. Voy a sentarme a su lado, pero me sujeta suavemente la muñeca y me sienta en su regazo, me da el mando inalámbrico de la play y jugamos mientras comemos pizza.
-¿Vas a ir a Málaga éste mes?- pregunta dando al pause
-No creo, iré en semana santa- digo, llevo sin ir desde Navidades, y aunque quiero ver a mi familia, no me apetece nada ir.
-¿Vas a ir para verle?- me coloca mejor en su regazo para poder mirarme. Sus ojos verdes muestran preocupación tras sus gafas.
-Iré para ver a mis padres y a Hugo, a él no se si quiero verle- comento sinceramente
-¿Estás segura?¿Ya no sientes nada por Pab…- empieza a preguntar pero le paro antes de que diga su nombre.
-No digas su nombre- suplico. Después de Navidades decidí olvidarme de él, ya que él se había olvidado de mi. Pero me es imposible, cada vez que cierro los ojos sueño con él- Y no, ya no siento nada por él.-miento.
-Valeria- coge mi mano izquierda y me toca la muñeca- sigues llevando la pulsera que te regaló- veo como se desespera, pero en seguida cambia de expresión que creo que lo me he imaginado. Tiene razón, aún sigo llevando la pulsera de colgantes que me regaló, he intentado deshacerme de ella, pero no puedo. Cuando volví de Málaga hace un par de meses, guardé la camiseta negra que me regaló cuando me fui en un cajón. Borré todas nuestras fotos de mi móvil, incluso borré su numero para no tener la tentación de llamarle. Pero deshacerme de la pulsera se hizo algo imposible, ya era parte de mi.
-No quiero defenderle, pero a lo mejor no estaba ahí por… por algún buen motivo.
-Él sabía que yo iba, y en vez de estar ahí conmigo, se fue, no se molestó ni en venir a verme.
*FLASHBACK*
Miro el reloj del móvil por quinta vez, en unos minutos llegaré a Málaga y aún estoy nerviosa, no sé que decir. Miro por la ventana del tren y puedo ver el mar a lo lejos, ese mar que ha sido mi casa durante meses. No sé que voy a decirle cuando llegue, ¿estará feliz de verme? ¿Seguirá enamorado de mi? En realidad no sé ni por que me hago estas preguntas, claramente no, han pasado un poco más de cuatro meses, es imposible que siga sintiendo lo que siento yo por él.
Cuando me mudé a Madrid estuvimos hablando todos los días, nos enviábamos mensajes y hacíamos video llamadas, me quedaba dormida con su voz al otro lado del teléfono, pero hace casi un mes que todo esto se acabo. Ya no había mas mensajes cada vez que encendía el móvil, y ya no esperaba a irme a dormir con un "te quiero" suyo, todo había acabado.
Sabía que cuando me fuera a Madrid todo acabaría, fue Pablo el que me lo dijo, que no quería tener una relación conmigo a distancia, que no lo iba a aguantar, pero imaginé que podríamos ser amigos. Solo espero que no me odie y que se alegre al verme, aunque algo en mi interior me dice que no lo hará.
Cojo mi maleta de los sitios que hay en el techo y salgo del tren cuando suena el timbre indicando que ha llegado a la estación. Voy con la maleta en una mano y con la otra sujeto el bolso que cuelga de mi hombro. Cruzo el hueco que hay entre las vías y la parada y espero a ver alguna cara familiar mientras me abrigo lo más que puedo, aunque estoy en Málaga, se nota el frío de Diciembre.
Sonrío al ver como familias lloran al volver a ver a sus seres queridos, parejas besándose, y a lo lejos veo un pelo castaño, una chispa de ilusión se enciende en mi cuerpo con la posibilidad de que sea Pablo, pero mientras se va acercando veo que no es su cara.
Unas manos cubren mis ojos haciendo que no pueda ver nada, la chispa de ilusión vuelve a aparecer con la posibilidad de que sea él. Me giro y cuando la persona quita las manos de mis ojos me llevo una decepción.
-Yo también me alegro de verte eh- dice Hugo con sarcasmo, sonrío y me tiro a sus brazos, me alza del suelo y me abraza mientras paso mis brazos por su cuello. Lágrimas caen por mis ojos, hacía tanto que no veía una cara familiar.
-Te he echado de menos- digo cuando me vuelve a dejar al suelo. Veo que sus ojos están llorosos, él también me ha echado de menos.
-¿Dónde esta mi pequeña?- oigo la voz de Víctor, mi padrastro, preguntar detrás de Hugo, está con mi madre al lado. Mi madre esta llorando mucho y voy corriendo a abrazarles.
-¿Qué tal el viaje?- pregunta mi madre aún llorando cuando termina de abrazarme.
-Aburrido- digo la verdad, aunque me había pasado la mitad del viaje durmiendo.
-Vamos al coche que tenemos una media hora hasta llegar a casa para que nos lo cuentes todo- dice mi padrastro enfatizando el "todo", sonrío y me giro para coger la maleta.
-Te la llevo yo- dice Hugo muy feliz mientras coge el asa de la maleta, le abrazo otra vez, le he echado tanto de menos.
-¿Sabe que estoy aquí?- pregunto, Hugo no pregunta de quien hablo, sabe de quien hablo.
-Sí, si que lo sabe- dice en un amago de sonrisa
En el viaje les cuento todo, absolutamente todo sobre estos meses en Madrid, el trabajo en el Starbucks, el coche que compre aunque ya lo sabían, todo sobre las clases en la Universidad, y no me olvido de hablarles sobre Simon.
Cuando llegamos a la urbanización, mi padrastro aparca el coche enfrente de casa, y nada mas aparcar, salgo del coche, dejando el bolso, dejando todo dentro y voy corriendo hacia su casa, no puedo esperar mas. Hugo grita algo pero estoy tan emocionada con la idea de volver a verle que no le escucho y sigo corriendo, el aire frio me golpea en la cara. Llego a su casa y llamo al timbre de fuera, casi no puedo pulsar el timbre debido a mis dedos congelados. La puerta de fuera se abre y subo corriendo las escaleras del porche, llamo en la puerta con los nudillos de la mano, insisto tanto que se ponen rojos comparados con mi piel blanca por el frío. Casilda abre la puerta y me lanzo sobre ella a abrazarla.
-¡Valeria!- grita devolviéndome el abrazo. Con ella y con Alejandra sí que había mantenido en contacto estos meses, está cambiada, al parecer se ha puesto el pelo más rubio. Me deja entrar y agradezco el calor que desprende la casa. Oigo unos pasos y me asalto, pero es Alejandra la que llega a donde estamos, viste un jersey blanco que hace notable sus cuatro meses de embarazo, me abraza corriendo.
-Estás hecha una super mami- sonrío al ver como se acaricia la tripa, se la ve feliz, me alegro de que los problemas con Salva se solucionaran.-¿Tienes el nombre pensado ya? –pregunto, hace poco me envió un mensaje con una foto de la ecografía diciéndome que iba a ser niña.
-Aún no lo tenemos decidido- sonríe. Miro por todos lados pero no hay rastro de Pablo.
-¿Cuánto te quedas?- pregunta Casilda.
-Hasta que terminen las vacaciones de navidad- ella asiente sonriendo.- ¿Dónde esta Pablo?- pregunto, necesito verle ya.
-Emmm… espera- Casilda se va un momento al salón, aún no nos hemos movido de la entrada, miro a Alejandra para que ella me responda pero está mirando al suelo. Sea lo que sea que me vayan a decir es malo. Casilda vuelve al minuto con una caja de colores pequeña, y con una carta. -Se ha ido.
-¿Cómo que se ha ido?- si no fuera por que puedo oír los latidos de mi corazón juraría que se me ha parado.- Pero…el sabía que yo venía…- hago un esfuerzo para que las palabras salgan de mi boca.
-Sí lo sabia, pero no sé, supongo que hizo lo que le pareció correcto…- ella y Alejandra intercambian unas miradas.
-¿A dónde se ha ido?
-Nos dijo que no te lo dijéramos- interviene Alejandra.- lo siento… se fue hace una semana- no lo entiendo, él hacia tiempo que sabía que yo venía, le dije a Hugo que se lo dijera para que estuviera aquí, necesitaba verle, pero se fue, se ha ido.
-¿Cuándo va a volver?- noto las lágrimas a punto de salir.
-No lo sé, no lo dijo, me dijo que cuando te viera te diera esto- me da la caja y la carta y la sujeto entre mis manos- dijo que por favor que te lo diera, es su regalo de cumpleaños- hace un par de semanas fue mi cumpleaños y él lo sabía, mientras que recibí felicitaciones de Casilda y Alejandra, no recibí ninguna suya.
Leo lo que pone en el sobre "Feliz cumpleaños" y abajo a la izquierda, pone un "te quiero", no puedo frenar las lágrimas que ahora caen por mis mejillas.
*FIN DEL FLASHBACK*
-Pues me alegro de que no sientas nada por él- estoy sorprendida por las palabras de Simon, hace nada estaba "defendiéndole"- si no, esto sería mucho mas difícil- no me da tiempo a preguntar a qué se refiere, me pega a su pecho y junta sus labios con los míos. Nunca había pensado como sería besarle, ahora lo sabía, sus labios eran cálidos y acogedores y mandaba electricidad por todo mi cuerpo. No sabría decir si me gustaba o no, estaba claro que jamás podría sentir por alguien más lo que siento…sentí por Pablo, pero me podría acostumbrar a los besos de Simon.
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