En Brazos de Él

Secuela de " enbrazosdeelpabloalboran.blogspot.com.es"

viernes, 23 de enero de 2015

Capítulo 37: "¿Estás segura?"


Canción: Stay, Rihanna


El viaje ha sido agotador, salimos de Málaga sobre las 11 y comimos en el ave, mi madre insistió en hacernos la comida y nos dio no sé cuantos tuppers a tope de comida. La despedida fue horrible, mis padres llorando, Hugo muy triste, y no volví a ver a Alejandra, aunque les prometí que iba a volver muy pronto, cosa que no sabía si iba a cumplir. Todo dependía de como funcionaran las cosas, necesito conseguir olvidar a Pablo para poder ir a Málaga y que no me afecte el estar ahí.
Nada más llegar a mi piso Simon y yo nos tiramos a la cama, con los abrigos puestos, y nada mas tocar la cama acabamos en un profundo sueño.


Me despierto con una idea en la cabeza, siempre se me ocurren cosas mientras duermo, y esta idea lleva rondando mi cabeza bastante tiempo. Una vez leí que no hay que hacer caso a lo que vemos en los sueños ya que suelen ser ideas pésimas. Veo que Simon esta tumbado en el otro lado de la cama, estirado, con la boca abierta y sus gafas en la mesilla. Le tapo la nariz, como suelo hacer con Hugo para despertarlo, es algo bastante eficiente, y se despierta en seguida. Está un poco somnoliento y se frota los ojos antes de mirarme, esboza una sonrisa cuando me ve.


-Perdón por despertarte- digo


-No pasa nada, ¿cuánto hemos dormido?- pregunta, cojo mi móvil de la mesilla del lado dónde estoy tumbada y veo que son casi las seis, llegamos a mi piso sobre las cuatro.


-Unas dos horas.


-Puff. Dios menuda siesta- se levanta de la cama y se pasa la mano por los rizos colocándoselos mejor y no puedo evitar sonreír a esa imagen.


-Necesito que me acompañes a un sitio- sigo poniéndome los zapatos.


-¿A dónde?


 




-¿Estás segura?- pregunta cuando estamos ya delante de la tienda, ha estado haciéndome la misma pregunta en todo el trayecto en metro mientras me miraba como si fuera una loca dementa, quizás lo soy.


-Sí.


-Es bastante loco.


-Lo sé.


-¿Y se te acaba de ocurrir?- pregunta alzando las cejas exageradamente tras sus gafas de pasta.


-Llevo bastante tiempo pensándolo, ya tenía la idea, y hoy cuando me he despertado pues se me ha ocurrido hacérmelo ahora- sonrío.


-Estas muy mal- se ríe.


-Lo sé- abro la puerta, y la sujeto para que Simon entre detrás de mi. Amo esta tienda, vine hace unos meses, aunque claro, esa vez vine sola, ya que no avisé a Simon porque se me ocurrió por la noche y fui antes de que cerraran la tienda. Él tiene razón, mis ideas son bastante locas. Sé que no he pedido cita ni nada, pero conozco al dueño ya que es un cliente habitual del Starbucks donde trabajo, sólo espero que no haya gente.


-Hola- saludo al dueño, es bastante grande y alto, tiene el pelo rapado, y toda la piel que se le puede ver está llena de tatuajes, una oreja llena de piercings y la otra con una dilatación de bastantes centímetros. Amo sus tatuajes, pero los piercings y la dilatación no me agradan, eso de que te agujereen la piel no me parece agradable. Ya que al tatuarte, solo te clavan la aguja como unas cincuenta veces por segundo, pero hacerse piercings es hacerse agujeros en la piel.


-Hola Valeria- sonríe al verme, haciendo que el piercing que tiene en la mejilla se levante.


-Sé que no he pedido cita, pero ¿podría..?


-Claro- dice sin que pueda tener tiempo a terminar la pregunta- hoy no hay casi nadie, así que te lo puedo hacer yo- antes de que pueda decir algo, él llama a alguien que hay en la trastienda y se pone donde estaba él detrás del mostrador, mientras que él me acompaña a una sala. Es de las pocas tiendas que abren en domingo, y hoy estoy bastante agradecida de que sea así. La sala a la que entramos es completamente blanca, aunque la pared está llena de diferentes bocetos, de diferentes colores, tiene un tipo de camilla, como en los médicos, y luego tiene una mesa con los instrumentos necesarios.


-¿Donde quieres hacértelo?- pregunta.


-En el dorso de la mano izquierda- digo.


-¿Sabes lo que te quieres hacer?- pregunta


-Sí, dos palabras- el asiente y coge una libreta que es como un álbum de fotos y me lo ofrece, coge tres sillas, Simon y yo nos sentamos y él se sienta en la de enfrente, con la mesa entre nosotros.. Abro el álbum y voy mirándolos diferentes tipos de letra que hay, hasta que elijo uno que me gusta, es un tipo de letra cursiva que se llama "Haravada hand", le enseño la que quiero y él va haciendo la plantilla.


-¿Te importaría quitarte la pulsera?- pregunta cuando ya tiene hecha la plantilla, miro mi pulsera de colgantes y me quedo mirándola unos segundos hasta que decido quitármela, la dejo al lado de la mesa sin quitarle la vista de encima. Carlos, el dueño de la tienda, me e pone un líquido antiséptico en la zona donde me va a hacer el tatuaje, y luego, me pone la plantilla en el dorso de la mano, aprieta un poco y me la quita, haciendo que las palabras que había en la plantilla se queden pegadas en mi piel, como un tatuaje de los que vienen en las bolsas de patatas.


-¿En blanco y negro?- pregunta, y yo asiento, no me gustan los tatuajes de color. Pone la aguja necesaria en la máquina y después le pone un protector- ¿Preparada?- pregunta y yo asiento, enciende la máquina, la cuál hace un sonido que odio. Pone la aguja en mi piel y empieza a tatuar el contorno de la S, el contorno es lo que menos duele, ya que la punta de la aguja es igual de gorda que la de un boli. Miro a Simon que está mirando asustado y me hace sonreír.


-¿Duele?- me pregunta.


-Esto es lo que menos duele- digo por experiencia debido a mi tatuaje de los pájaros.


-Creo que me voy a desmayar- suelta y hace que  Carlos y yo nos ríamos.


-No mires a la aguja, mírame a mi


-Siempre lo hago- contesta, estoy segura de que si no fuera por el tacto de la aguja en mi piel me sonrojaría.


Cuando ya ha hecho el contorno de cada letra empieza a rellenarlos de tinta negra, para esto coge una aguja más fina, ésta duele más, duele como si me estuvieran quemando la piel. Cada letra empieza a leerse mejor, hasta que se puede leer la palabra "Stay Alive", tengo la piel enrojecida. Pero el dolor de la aguja no es nada comparado al dolor del motivo por el que me hago el tatuaje, está hecho encima de todas las cicatrices que me llevo haciendo desde que mis padres se separaron, desde que encontré eso como una forma para desahogarme, cubre las cicatrices que me hice cuando mis padres se divorciaron, cuando se metían conmigo cuando era pequeña, cuando Mario me engaño, incluso cubre las peores cicatrices, las que me hice cuando todo acabo con Pablo. Este tatuaje, es para que siga adelante, para que me mantenga viva incluso en los peores momentos.


Cuando termina el tatuaje, me pone una crema y un papel de plástico para cubrirlo, y me explica que lo tengo que curar, aunque eso ya lo sé. El tatuaje es simplemente perfecto, y al parecer a Simon también le gusta. Las letras se unen como raíces, como si acabaran de nacer, y hojas caen del subrayado. Pago el tatuaje y le doy las gracias a Carlos por habérmelo hecho sin cita previa, el sonríe y me dice que vuelva pronto. Algo que seguramente voy a hacer, cuando empiezas con uno ya no puedes parar.


-Oye Valeria- dice Simon cuando salimos de la tienda, me paro y me doy la vuelta. Me cubro el brazo con la manga ya que hace frío.


-Dime- digo acercándome.


-Me gustas- suelta.


-Y tu a mi.-le sonrío pasando mi pelo, ahora revuelto por el viento, por detrás de mis orejas.


-No, Valeria, me refiero a que me gustas como algo más que como amiga. Estoy enamorado de ti, no sé cuando me di cuenta, a lo mejor los primeros días de clase, o cuando te quedabas a dormir a mi casa, o cuando te besé por primera vez hace unos días. O a lo mejor me di cuenta ayer, cuando estabas con Sofía, o quizás me he dado cuenta ahora, cuando te ha dado la vena y te has hecho el tatuaje. Sólo se que estoy enamorado de ti. Sé que estoy enamorado de tu sonrisa, de tus ojos verdes que siempre me miran con cariño, de lo buena persona que eres, hasta estoy enamorado de tus ideas locas.


-Yo...- empiezo a decir, sé que Simon sentía algo más por mi, pero no llegué a imaginar que estuviera enamorado de mi.


-Espera, déjame terminar, me he dado cuenta de que quiero ser algo más que tu amigo, quiero poder besarte cuando me de la gana, o abrazarte, y estar contigo siempre. Sé que tu aún no sientes lo que yo siento por ti, pero, lo podemos intentar, ¿no?- pregunta, me esta pidiendo que sea su novia.


-Dime que lo podemos intentar, por favor- me suplica. Es verdad, yo no siento lo que él siente por mi, pero a lo mejor con el tiempo lo podría conseguir. Pablo en su carta me dijo, que tenía que ser feliz hasta que nos rencontráramos, ¿Quién me dice que no puedo ser feliz con Simon?


-Lo podemos intentar- contesto tras estar pensándolo unos segundos, veo como se le iluminan los ojos y sonríe, no tengo tiempo en decir nada mas ya que sus labios están sobre los míos, y me dejo llevar, como siempre, sin tener en cuenta las consecuencias.




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Nota de Autor,


Aquí tenéis capítulo "cortito", que el último fue de siete páginas y sé que acaba cansando.
Antes de nada, muchísimas gracias por las visitas, por los votos y comentarios en wattpad, por estar siempre diciéndome que suba. MUCHÍSIMAS GRACIAS!!!!!! BUENO QUE OS HA PARECIDO????? Perdón por demorarme tanto en subir, pero es que mi madre solo me deja el ordenador los fines de semana!!! Bueno hablemos del capítulo.!! VALERIA Y SUS LOCAS IDEAS JAJAJAJAJAJA, poorrr favor, imagino que no es necesario decirlo pero no me copieis lo del tatuaje, ya que probablemente yo me lo haga y eso jajaja. SIMOOOOOOOOOOOON QUE ADORABLE POR FAVOOOOOOOOOOOOOOOOOR, QUE DISCURSO TAAAN BONITO *-* Y POR FIIIIIN SON PAREJA!!! WEE, VALIMON ♥♥♥ Vale, sé que algunos me odiáis y me queréis matar porque no os gusta Simon o porque preferís a Pablo, aunque ya hay también gente a la que le ha acabado gustando Simon! LOS QUE ME ODIAIS AHORA O ODIAIS A VALERIA, ENTENDERLA, PABLO SE HA IDO, NO VA A ESTAR TODA SU VIDA ESPERANDOLE AHI AMARGADA, ENCIMA SIMON ES UN AMOR JAJAJA. VALIMON VALIMON WEE!!!!
Bueno el otro día le conté  a mi madre como voy a acabar esta segunda parte y me ha dicho que soy muy mala, que no puedo hacer eso jejejejejeje.
PD: Os recuerdo que tanto esta obra como EBDE tiene copyright y está registrada en Safe Creative, lo digo porque he visto alguna que otra obra que tiene cosas bastantes parecidas y lo han subido después que yo, así que por favor, un pocito de imaginación y no plagiéis. NO GENERALIZO!!


PD2: HASTA LA SEMANA QUE VIENE!!! Y PASAROS POR MI FANFIC DE HARRY, LAST DECEMBER. ILY!!!


ABRAZO KOALA ♥



jueves, 15 de enero de 2015

Capítulo 36: ¿Qué haces aquí?



Canción: Through the dark, One Direction.


Dudo un momento antes de girar en manillar de la puerta y entrar en el estudio de Pablo, cierro la puerta detrás de mi. Nada más entrar huelo el perfume de Pablo, como si estuviera aquí, aunque no lo está. El estudio está vacío haciendo que un escalofrío invada todo mi cuerpo. Me acerco a donde solía guardar las guitarras, y todo rastro de esperanza de que Pablo estuviera en Málaga desaparece al ver que no hay ninguna guitarra. El piano sigue estando en su sitio, y encima de la tapa negra y brillante hay unas partituras, con la canción que me cantó, la recuerdo perfectamente: "Haces que mi cielo vuelva a tener ese azul, pintas de colores mis mañanas solo tú..."

Me siento en el sofá que ocupa casi todo el estudio, ese sofá que tanto me encanta. Cierro los ojos y recuerdo la primera y única vez que estuve aquí con Pablo, lo recuerdo como si lo estuviera viviendo. Él cantándome con su guitarra, esa que yo le regalé y que ahora no esta, yo confesándole por primera vez que le quería, nosotros besándonos, besos que acabaron con nuestra ropa en el suelo mientras lo hacíamos por primera vez. Ojalá pudiera volver a atrás, ojalá pudiera volver a vivir esos días con él. Noto el calor de las lagrimas en mis mejillas y rápidamente me las limpio, no puedo llorar más, no me puedo pasar la vida llorando por él. Le quiero, claro que le quiero, pero los dos lo hicimos mal. Fui yo la que decidió irse, y él el que decidió que no quería que fuéramos amigos, pero que sabía que íbamos a volver a encontrarnos y a estar juntos porque sacamos lo mejor del otro. Y hasta que ese momento llegara, ojalá que fuera pronto, tenía que seguir a delante, y eso significaba dejar de llorar por él.

Salgo del estudio, no sin antes echarle un último vistazo, y vuelvo al pasillo. No sé cuánto tiempo he estado ahí abajo recordando viejos tiempos, en los que era feliz. Voy al salón dónde esta Alejandra sentada, mirándose el vientre como si pudiera ver a su niña tras el jersey.

-¿Dónde estabas? Se te ha enfriado el té- dice cuando me siento a su lado, al parecer he estado tiempo abajo.

-En el baño- miento, ella asiente y me ofrece el té. Lo cojo justo cuando recibo un mensaje, dejo la tacita ahora fría de nuevo en la mesa y veo que es un mensaje de Simon, le he dejado solo y se siente incómodo. Me bebo el té de un trago poniendo una mueca de desagrado, demasiado amargo para mi gusto.

-Me tengo que ir, me están esperando- me levanto del sofá y veo que Alejandra se intenta levantar.

-No hace falta que me acompañes- la sonrío sinceramente y salgo de su casa para ir a la mía.

-Me has dejado sola, te mato- dice Simon cuando llego a casa.

-Perdón- le doy un beso en la mejilla antes de quitarme el abrigo- estaba visitando a una amiga.

-No importa, tus padres son muy majos, y Hugo..

-¿Te ha tratado muy mal?- pregunto, voy a matar a Hugo si se atreve a tratar mal a Simon.

-No- sonríe y sé que está mintiendo. Entiendo que Hugo sea muy sobreprotector y que prefiera a Pablo, pero eso no le da motivos para tratar mal a mi mejor amigo, porque eso es lo que es, mi mejor amigo.

-Lo siento, es que es muy sobreprotector, soy su hermana pequeña y bueno, ya sabes- y sobretodo después de lo que me hizo Mario, pienso pero no digo nada.

-Le entiendo, yo también lo soy con mi hermana. Y le entiendo, si fuera él jamás dejaría que un idiota como yo te rompiera el corazón- sonríe, le doy un abrazo, sus palabras han sido bastante bonitas, pero tristemente, llega tarde.

-A comer- grita mi madre, y vamos al salón. Cuando nos sentamos en la mesa, Simon se sienta al lado mía, mis padres en frente nuestra, a mi otro lado hay una silla y al lado de mi padrastro otra, la de Hugo y la de... ¿la de quien?

-¿A quién más esperamos?- pregunto señalando la silla vacía.

-A mi novia- comenta Hugo entrando en el salón. ¿Cómo que a su novia? ¿Desde cuando tiene novia? No me había comentado nada. No me da tiempo a preguntarle, ya que el timbre suena. -Ahí está - dice saliendo del salón, me levanto de la silla y le acompaño corriendo.

-¿Como que tienes novia?- pregunto dándole con un puñetazo en el brazo mientras caminamos por el pasillo.

-Te dije que había una chica- es verdad, hace un mes más o menos cuando estábamos hablando por teléfono me dijo que le gustaba una chica de su clase, pero no me dijo que estaban saliendo.

-No me dijiste que tuvieras novia.

-Se me olvidó- dice encogiendo los hombros.

-¿Esa es la confianza que tienes con tu hermana?- pregunto molesta. Él no me contesta, su mano va directa al manillar de la puerta y la abre. Me pongo de puntillas para ver sobre el hombro de mi hermano para ver quien es la chica que hay al otro lado de la puerta y me encuentro con ese pelo moreno y largo, y esos ojos azules, no puede ser. Chillo haciendo que ella también chille y nos abrazamos fuertemente.

-¿Qué haces aquí?- preguntamos a la vez y nos empezamos a reír. Hugo nos mira extrañado, al parecer no sabe que ya nos conocíamos. Y yo no sabía que su novia era la única amiga que tuve aquí.

-He venido por el cumple de mi madre- comento yo primera.

-¿Tu madre? ¿Eres la hermana de Hugo?- pregunta sorprendida, al parecer Natalia no tenía ni idea de que era la hermana de su novio.

-Si

-Dios, no lo sabía, no os parecéis en nada- suelta, y me empiezo a reír. No es la primera vez que me lo dicen.
-Me tienes que contar muchas cosas- dice mientras entramos al salón, yo tan sólo asiento. Cuando llegamos a la mesa, Natalia saluda a mis padres con dos besos, y felicita a mi madre, y le presento a Simon.


-Natalia, él es Simon, Simon ella es Natalia, la novia de Hugo y una amiga- se dan dos besos.

-¿Sois novios?- pregunta sorprendida, veo que Simon va a responder, pero no se el que así que respondo yo.

-No, no, solo somos amigos- digo y noto una pizca de decepción en el rostro de Simon. ¿Le habrá molestado que haya dicho que sólo somos amigos? Pero es que es verdad, sólo somos amigos, nos hemos besado un par de veces, pero eso no nos convierte en algo más, ¿no?

-Ah vale- sonríe aliviada, y se sienta en la silla de al lado mía.

-¿Qué tal en Madrid?- pregunta cuando mi madre empieza a servirnos la comida.

-Bien bastante bien- digo, todos están siguiendo nuestra conversación, noto sus miradas puestas en nosotras, lo que me pone bastante nerviosa.

-¿Y que tal con Pablo?- pregunta, veo como Hugo niega con la cabeza, y mis padres se intercambian una mirada incómoda, en cambio Simon no deja de mirarme como para que responda la pregunta. ¿Por que habrá tenido que preguntar eso justo ahora, cuando hace un rato en su casa prometí olvidarme de él? Si me lo iban a mencionar todo el rato, se me iba a hacer imposible.

-Em...- no sé que decir, no quiero que este tema de conversación sea sobre él, ni este, ni ninguno.

-¿Simon trabajas?- pregunta mi madre al ver que el tema de Pablo es muy incomodo, la miro agradeciéndoselo y ella tan solo me sonríe. Todas las miradas pasan de mi a Simon.

-Sí, de fotógrafo, no es un trabajo permanente, simplemente para ganar dinero.

-¿Y que estudias?

-Psicología- dice muy orgulloso.

La comida se alarga bastante, los temas de conversación son bastante diversos y Natalia no toca el tema de Pablo, cosa que agradezco. Cuando le damos los regalos a mi madre: bastantes utensilios y libros de comida, nos abraza muy contenta y nos agradece mucho a Simon y a mi. Cuando estamos ya sacando la tarta y los cafés llaman al timbre.

-¿Quién es?- pregunto mientras platos y cucharas en medio de la mesa.

-He invitado a unos amigos- responde mi madre y yo tan solo asiento, y mi padre va a abrir la puerta. Voy dejando unas jarras de leche y un bote de café con ayuda de Simon cuando oigo una voz llamarme.

-¡Tía Val- gritan a mis espaldas, me giro y veo a la pequeña Sofía corriendo hacia mi, me agacho y la cojo en brazos. Los volantes de su vestido rosado se mueven de un lado para otro. Está muy mayor. Nunca me había dado cuenta de lo mucho que se parece a Pablo, el mismo color de los ojos y el mismo tono de pelo, incluso hasta cuando sonríe me recuerda a Pablo. Ella me abraza con sus pequeños brazos y la siento en la mesa.

-Te he echado de menos- sonrío mirándola, veo que Simon nos está mirando con ternura, y le digo que se acerque.

-Él es Simon, ¿le das un beso?- pregunto y ella asiente y le da un beso en la mejilla, veo como él sonríe y le da otro a ella.

-¿Es tu novio?- pregunta, ya pronuncia mucho mejor- ¿Ya no eres mi tía?- pregunta triste.

-Claro que sigo siendo tu tía. Pero sabes que tu tito y yo ya no somos novios..¿no?- sonrío tristemente pellizcándola la mejilla cuando ella asiente. Simon me mira raro al oír las palabras, esta claro que él no esperaba que le dijera a Sofía que sigo siendo su tía.

-Hola cariño- dice Elena abrazándome, no sé porque pero con su abrazo me entran ganas de llorar, he echado tanto de menos a Pablo y a su familia. Viene Salvador y me abraza también.

-¿Donde está mi cuñada favorita?- dice Casilda entrando en el salón con Salva detrás, voy corriendo a abrazarla. Son todos tan buenos conmigo, después de todo lo que ha pasado con Pablo me siguen tratando como si fuera de la familia.

-Me gusta tu pelo- sonríe Salva despeinándome cuando me abraza.- Estas muuuuuy guapa pequeña.- me abraza y se lo devuelvo.

-A mi no- comenta Casilda

-Oh gracias- digo sacándola la lengua.- ¿Y Alejandra? - pregunto

-Se ha quedado durmiendo, el embarazo la hace dormir mucho- responde Salva y asiento. Después de presentarle a todos a Simon , cojo a Sofía en brazos. Nos quedamos un rato comiendo tarta.

-¿Podemos hablar?- pregunta Casilda y asiento, vamos al jardín con Natalia, Simon y la pequeña. Mientras él se queda jugando con Sofía en el jardín, nosotras nos sentamos en un banco. Han puesto el jardín muy bonito, aunque no está tan bonito como el de Elena. Me siento en el medio del banco, con Casilda a mi izquierda y Natalia a mi derecha.

-¿Entonces no sois novios?- pregunta Casilda mirándole, que está alzando por el aire a Sofía.

-Yo le he preguntado lo mismo- comenta Natalia.

-Hugo también me lo ha preguntado- digo- y no, no lo somos- ¿Por qué en esta sociedad no puedes ser amiga de un hombre sin que te acusen de estar saliendo con él?

-Sé que lo que hizo esta mal, aunque tu tampoco es que hicieras bien al decidir irte, pero no puedes olvidarte de él tan rápido.

-¿Tan rápido? Ha pasado como medio año Casilda. Me hacéis quedar como la mala. Entended que tengo que seguir con mi vida- digo aunque más bien me lo estoy diciendo a mi misma.

-Lo sé. Pero eso es poco tiempo para todo lo que vivisteis en un mes.

-No le he olvidado, voy a empezar a hacerlo. O al menos a intentarlo- comento.

-Hacíais muy buena pareja- la miro mal- no me odies por decírtelo pero es que es verdad, siento recordarte todo esto, pero no veo a mi hermano saliendo con alguien que no seas tu. Es como si estuvierais destinados a estar juntos, como si estuvierais hechos del mismo material -dice tan tranquila, no me creo que piense eso de nosotros, ¿es verdad?-juntos erais, simplemente perfectos -dice, las mismas palabras que Pablo escribió en la carta, "por separado somos imperfectos, pero juntos, de alguna manera somos perfectos, porque sacamos lo mejor del otro"

-Pero se acabó- suelto

-Pero no tiene por que ser para siempre- dice Casilda

-Estoy muy perdida- dice Natalia interviniendo en la conversación, está claro que no sabía nada de la carta ni de que Pablo se había ido. Tardo unos minutos en explicarle todo lo que ha pasado entre nosotros desde que me fui a Madrid.

-¿Hablas con él?- pregunto a Casilda, quiero saber si Hugo no es el único que sigue manteniendo el contacto con él.

-Sí, no mucho, pero sí. Está bastante ocupado componiendo canciones- comenta y me alegro por él, me alegro de que no haya dejado la música.

-¿Y está...está saliendo con alguien?- pregunto por si Hugo me había mentido, aunque no quiero saber la respuesta.

-No- de alguna manera, siento alivio.- Sabes que él te quiere a ti. Sólo a ti.

-No sé...

-Muy en el fondo lo sabes.- ella acaricia mi pelo.-Nosotros nos vamos a ir ya que Alejandra esta sola en casa- dice levantándose- Sofía nos vamos- grita y la peque le da un beso en la mejilla a Simon antes de ir con su madre, entramos todos de nuevo en la casa, ya que empezaba a hacer frío a medida que pasaban las horas. Me despido de los padres de Salva y de Salva y le doy un último abrazo a Casilda cuando ya estamos en la puerta.

-Te quiero tía Val- se despide Sofía sonriendo

-Y yo a ti- ella sale corriendo y Salva la coge en brazos para bajar las escaleras.

-Espero verte pronto- dice Casilda cuando me abraza

-Y yo a ti

-Y espero que cuando te vuelva a ver ya estés con mi hermano. -me guiña un ojo y baja las escaleras detrás de su familia

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-Esto es precioso -dice cuando nos sentamos en la arena.

-Lo sé, es mi parte favorita de Benalmádena- digo en un susurro abrigándome más con la chaqueta. Simon se sienta a mi lado y pasa un brazo por mi espalda, yo tan sólo apoyo mi cabeza en su hombro.

-La familia de Pablo es muy maja,- suelta y giro la cabeza para poder mirarle mejor.

-Lo son- es verdad, después de lo que ha pasado entre Pablo y yo, siguen tratándome como alguien más de la familia y se lo agradezco muchísimo.

-Sofía es muy dulce.

-Sofía es un amor de niña, me recuerda tanto a él- digo sin pensarlo -perdón. -me disculpo, cojo un puñado de arena y dejo que se escape entre mis dedos. Está oscuro, pero se puede ver la playa enfrente nuestra, echaba de menos esto, el olor a mar, el sonido de las olas, el tacto de la arena, era todo tan familiar.

-Le echas de menos, ¿no?- sus ojos están fijos en los míos.

-Sí, sé que te dije que no, pero el haber vuelto aquí me trae muchos recuerdos- comento sinceramente, ver el estudio de Pablo ha hecho que ese muro de piedra anti-Pablo que me estaba haciendo se rompiera un poco. Y la playa, aquí, me bañe con Pablo, completamente desnudos y fue tan perfecto. Mierda, le echo tanto de menos.

-No llores- Simon me da un beso en la cabeza y yo me limpio las lágrimas.

-Ojalá fuera tan fácil, ojalá pudiera olvidarme de él de un día a otro.

-Lo conseguirás, te lo prometo- dice y le sonrío, nunca conseguiré olvidarle, lo sé.

-¿Te quieres bañar?- pregunto señalando a la playa.

-¿Ahora, de noche?- suelta una carcajada.- De ninguna manera. hace frío, ¿quieres que nos vayamos ya a tu casa?- pregunta levantándose, es tan distinto a Pablo- He oído decir a tu madre que hay pizza.

 

Me acuesto en la cama arropándome hasta la frente, no se si por frío o por seguridad, como cuando de pequeña me arropaba para que no me pasara nada, como si la manta fuera mágica. Sigo con la esperanza de que la puerta se abra y Pablo entre por ella. Y de que se tumbe a mi lado resguardándome del frío entre sus brazos.

Me arrepiento muchísimo de la decisión que tome al irme, en el momento que la tome sabía que me iba a arrepentir pero no sabía cuánto, no me imaginé que el dolor iba a ser tan intenso. Porque lo era, era tan intenso que iba a acabar consumiéndome.

Dejo de pensar cuando la puerta se abre, no miro para ver si es Pablo, sé que no es él. Tengo que dejar de tener esperanza, él no va a volver. Y como me dije hace unas horas, tengo que olvidarme de él, porque su recuerdo duele tanto que va  acabar matándome.

-Hola nena- susurra Simon entrando, sus pasos no contra el suelo no hacen ningún sonido- ¿Puedo dormir contigo?

-Claro- me echo a un lado y se tumba conmigo, entrelazamos nuestras piernas bajo las mantas y apoyo mi cabeza en su pecho.

-Tienes que dejar de martirizarte- besa mi cabeza. ¿Cómo sabía que estaba pensando en él? ¿Tan evidente es? - lo digo en serio, eres de las mejores personas que conozco, y él te ha dejado ir. Si yo fuera él no te dejaría nunca -aprieta mas sus brazos alrededor de mí.

-Gracias Simon- sonríe y besa mis labios antes de que me quede profundamente dormida.

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Nota de Autor,

Aquí os dejo el capítulo 36!!!!!!! He subido antes de lo que tenía pensado ya que muchos me lo estaban pidiendo! Vale, sé que no esperabais esto, que esperabais que se iba a encontrar a Pablo, pero es que eso sería muy previsible. Así que lo siento por si os esperabais que saliera Pablo, se que le echáis de menos pero también tenéis que cogerle cariño a Simon, pobrecillo, me lo margináis.
jajajajajajaj
MUCHSIMAS GRACIAS POR LAS MIL VISITAS EN WATTPAD EN LA FANFIC, OMG!!!! Teniendo en cuenta que solo he subido cinco capítulos es GENIAL!!!! ILYSM
BUENOOOO!!!! ESTE CAPÍTULO SE LO DEDICO A MI GRUPO DE WHATSAPP, MONITOS DE ALBORÁN, MUCHAS GRACIAS POR LEERME CHIC@S Y POR ESCRIBIRME WHATSAPPS DICIENDOME QUE SUBA, Y POR COMENTAR Y APOYARME! ILY

PD: AYER CONOCÍ A ANNA TODD Y ASBFABFJKADSBFJSFBCAJFB!!!! QUE MONA ES POR DIOS!

PD2: PASAROS POR MI FANFIC DE HARRY! LA PODÉIS ENCONTRAR EN WATTPAD EN MIS OBRAS (Marylingarciia)

ABRAZO KOALA, ♥

sábado, 10 de enero de 2015

Capítulo 35: "Hacéis tan buena pareja..."

Canción: Impossible, James Arthur

-Ya estamos llegando- digo mientras miro por la ventana de nuestro vagón, ahí esta el mar que vi hace pocos meses.

-Nunca había estado en Málaga- dice mirando asombrado por el cristal. Nos habíamos levantado a las cinco de la mañana, nos habíamos duchado y habíamos llamado a un taxi para que nos llevara a la estación. Las dos primeras horas del viaje las habíamos pasado durmiendo, y las otras tres y pico hablando y viendo una película en la mini tele que había en cada asiento, como en los aviones.

-Pues tendremos que venir otra vez pero quedarnos más tiempo para enseñarte Málaga, o al menos, Benalmádena- comento, son las doce de la mañana, así que ya estamos en la estación, cuando suena el timbre Simon coge la maleta, yo cojo mi bolso y salimos a la acera donde está la gente esperando a sus familiares, viene un déjà vú a la cabeza de la última vez que estuve aquí. Me bajo un poco la cremallera del abrigo, ya que no hace tanto frío como me imaginaba.

Cuando pisamos la parada después de salir de las vías no tenemos que esperar ya que veo el cabello marrón con mechas rubias rizado de mi madre y voy corriendo hacía ella y nos fundimos en un abrazo. Intento no llorar.

-Felicidades- la digo aun en sus brazos, ella me sujeta la cara y me da muchos besos en las mejillas. Cuando termino de abrazar a mi madre abrazo a mi padrastro.

-Te has cambiado el pelo- dice mirando mi pelo castaño casi rubio y con las puntas rosas.

-Sí, necesitaba un cambio- noto que mi madre me mira con pena pero en seguida me sonríe. Ella sabe todo lo que pasó con Pablo y lo mal que lo pasé, pero al fina y al cabo ella nunca dejará de quererle como a un hijo.

-Te queda bien- le devuelvo la sonrisa. Me giro y veo que Simon no se ha movido de dónde estaba, le hago un gesto para que se acerque.

-Muchas felicidades señora- dice dándole la mano a mi madre tímidamente, haciéndome sonreír. Mi madre rechaza su mano tendida y le abraza, Simon lo toma por sorpresa pero no tarda en devolverle el abrazo, sonrío al ver la diferencia de altura, mi madre es mas bajita que yo, y yo que sólo le llego al hombro a Simon, ella ni eso.

-Llámame Ana- sonríe mi madre- me haces parecer una vieja- se ríe contagiando a Simon que se empieza a reír también. Se presenta a mi padrastro con una sacudida de manos y una sonrisa.

-¿Y Hugo?- pregunto, necesito ver a mi hermano ya, le he echado tanto de menos.

-Está en casa, se estaba duchando- dice, Simon vuelve a coger la maleta y la lleva tirando por ella haciendo ruido cuando las ruedas chochan con el suelo, y seguimos a mis padres hasta el coche.

Soy la primera en entrar a casa, un olor a comida recién hecha invade todos mis sentidos. Había echado tanto de menos la comida sana de mi madre. La casa está igual que siempre, me quito el abrigo, la bufanda y el gorro y los dejo en la percha que hay al lado de la puerta, hago lo mismo con lo de Simon y subo las escaleras, con Simon detrás mía. Abro la puerta de mi habitación. Está todo en su sitio, como había echado de menos mi cuarto, dejo la maleta en la cama, el edredón es diferente al de la última vez, supongo que mi madre cambiara las sabanas. Me siento en la cama y miro al escritorio, dónde le hice el retrato a Pablo, o donde estaban las cajas de cartón el día que me fui para siempre. La cama, aunque pasamos poco tiempo en mi casa, recuerdo la vez que Pablo se quedo dormido conmigo, aunque en ese momento yo le odiaba, y juraría que aún podía oler su perfume impregnado en ella.

-¡Valeria, dormid en habitaciones separadas!- oigo que mi madre grita desde abajo. No entiendo porque me dice esto, ella sabía perfectamente que yo dormía con Pablo y nunca me dijo nada. Me levanto de la cama, se me había olvidado que Simon estaba en el marco de la puerta mirando cada movimiento que hacía.

-Lo siento, mi madre es muy...insistente - río, Simon empieza a sacar la ropa de la maleta y se la pone en los brazos mientras le llevo a la habitación de invitados, se nota que nunca se ha utilizado esta habitación, aunque la cama que hay en el centro esta hecha. Las paredes son de un marrón oscuro, está igual que las demás y tiene un baño propio, nunca había entrado aquí.

-Voy a dejar que te prepares, voy a buscar a mi hermano- comento, el asiente y salgo de la habitación. Llamo a la puerta de la habitación de Hugo, pero nadie responde, así que entro en su habitación, está perfectamente ordenada, algo raro en él. Veo que esta tumbado en la cama, con todo el pelo castaño enmarañado, tiene el brazo derecho estirado y el izquierdo pegado al cuerpo, parece tan en paz que no quiero despertarle. Me acerco a su cama y me siento al lado suya, le zarandeo un poco hasta que consigo que se despierte, aunque aun tiene los ojos cerrados.

-Un minuto más mama...- susurra como un niño pequeño y se pone la almohada en los ojos.

-Hugo- digo pero no me hace caso, pellizco con mis dedos su nariz y empieza a mover las manos en el aire como si estuviera intentando matar a una mosca. Finalmente consigo que abra los ojos.

-¡VALERIA!- chilla y me abraza, menos mal que no se ha enfadado conmigo por haberle despertado, suele tener muy mal humor cuando se despierta. Le devuelvo el abrazo, aunque me está estrujando como a una esponja- ¿Cuándo has llegado? -pregunta peinándose el pelo con los dedos.

-Ahora mismo, he ido a acompañar a Simon a la habitación.

-¿Simon?- pregunta sentándose mejor y apoyando la espalda en el respaldo de la cama, hago lo mismo. Él sabe perfectamente quien es, cada vez que hablábamos por teléfono le hablaba de mi nuevo mejor amigo y de lo bien que nos llevábamos, aunque él al parecer no compartía ese sentimiento.

-Dije que le iba a traer.

-¿Estáis saliendo?- pregunta, la conversación ha dado un giro enorme.

-No...-¿estamos saliendo? no, solo nos hemos besado un par de veces- es mi mejor amigo

-¿Os habéis liado?- pregunta mirándome los ojos, a veces me da miedo lo mucho que me conoce.

-Puede...- digo mirando a otro lado y mordiéndome el labio inferior. Lo último que quiero es a mi propio hermano juzgándome.

-¿Ya te has olvidado de Pablo?- está molesto, entiendo que defienda a Pablo ya que es su amigo, pero eso no justifica lo que me hizo, aunque tampoco es que lo que le hice yo estuviera bien. Tengo un gran lio en la cabeza que no se como solucionar.

-No le he olvidado Hugo, no se si alguna vez podré hacerlo, ¿pero que querías, que me amargara hasta que le volviera a encontrar?- pregunto.

-Si- le miro sorprendida por lo que acaba de decir- a ver no, simplemente eso no, pero pasar página tan rápido...

-Fue él el que me dejó.

-Bueno eso no es del todo cierto- al parecer quiere hacerme sentir mal, me recompongo en la cama y cruzo mis brazos dando un gran suspiro- fuiste tu la que se fue.

-Pero porque mi vida estaba en Madrid, encima yo quería seguir siendo su amiga y luego vengo aquí a verle y me entero de que él se ha ido, y solo me deja una carta diciéndome que no nos vamos a volver a ver, que él quiere ser mi última relación. Pero...

-¿Pero...?- dice alentándome a seguir la frase.

-¿Pero quien te dice que él no está ahora saliendo con otra chica o haciendo a saber el que?

-Te lo digo yo, no esta con nadie- dice tan tranquilo, espera...¿él habla con Pablo?

-¿Sigues hablando con él?- pregunto asaltada

-Sí- afirma tan tranquilo- Somos buenos amigos, esa es una de las razones por las que no me gusta Simon. A demás, no puedo verte con alguien que no sea con él. Hacéis tan buena pareja...

-¿Y como es que no me has dicho antes que aún hablas con él?- pregunto levantándome de la cama- ¿Dónde está?

-Está más cerca de lo que crees- dice Hugo también levantándose, ¿me está vacilando? ¿Cómo que mas cerca de lo que creo?

Abro la puerta para salir, ¿y si se refiere a que está aquí? ¿En Málaga? No me quedo a preguntar, salgo de su habitación y bajo las escaleras.

-Valeria, no- le oigo decir a mis espaldas. Bajo el último escalón y voy a la cocina donde está Simon ayudando a mi madre a preparar las cosas.

-Voy un momento a ver a Casilda, no tardo- aviso, le doy un beso en la mejilla a Simon, me pongo el abrigo y salgo de mi casa. Sé que no está bien dejarle solo pero necesito saber a que se refería Hugo. Llego a casa de Elena y de Salva, la puerta de fuera está abierta así que entro sin llamar y la cierro detrás de mi, subo los escalones despacio. No quiero hacerme ilusiones, no sé si estará aquí, y si lo está. ¿Qué le voy a decir? ¿Voy a actuar como si no hubiera pasado nada? ¿Cómo si no hubiera escrito la carta? Está claro que no he pensado en las consecuencias de venir aquí, soy demasiado temeraria.

Llamo al timbre que hay en el lado izquierdo del marco de la puerta. Nadie contesta así que insisto un par de veces hasta que me abren la puerta. Alejandra es la que me abre, tiene el pelo moreno recogido en un moño sujeto con un lápiz. Casi se me olvidaba que estaba embarazada, veo su enorme tripa de casi seis meses, parece que va a tener gemelos en vez de solo una niña. Me mira sorprendida y me abraza, es un abrazo raro ya que no nos podemos abrazar bien debido a su vientre.

-No sabía que ibas a venir- sonríe y me vuelve a abrazar. Cierra la puerta detrás de mi y nos acercamos al pasillo.

-He venido por el cumpleaños de mi madre, pero vuelvo mañana a Madrid- explico mirando por todos lados, como la última vez, a ver si está Pablo.

-Jo que poco tiempo, bueno al menos has tardado menos en venir- dice, tiene razón, la última vez tarde en venir cuatro meses, y ahora solo había pasado menos de un mes desde que vine.

-¿Quieres un té? Hace frío fuera- pregunta y asiento- todos se han ido a comprar, voy a llamar a Casilda para que vengan ya y puedan verte. Espera en el salón mientras te preparo el té- sonríe y asiento, ella se dirige a paso lento a la cocina, el peso del bebe la tiene que estar matando.

Me quedo unos segundos pensando, y en vez de ir al salón, me acerco a donde empiezan las escaleras para el sótano que hay en la pared de mi derecha, y bajo al estudio de Pablo.

domingo, 4 de enero de 2015

Capítulo 34: "¿Te apetece un viaje a Málaga?"

Canción Blank Space, Taylor Swift

Por fin, ya ha acabado filosofía, la última clase del día. Me alegro de que sea viernes, así tengo todo el finde tranquilito, bueno y no es que no haya salido entre semana, que casi salgo más entre semana que los findes. No han puesto ningún examen para la semana que viene, solo trabajos, que haré hoy por la tarde, asi me los quito de encima. Encima, hoy no tenia que ir a trabajar, David, mi compañero de trabajo, que ya está en su tercer año de Universidad, se ofreció a hacer mi horario hoy, no sé por qué, supongo que me acabará pidiendo algo a cambio.

Simon me deja en casa ya que tiene que irse a hacer una fotos, y utilizo el tiempo sola para tirarme en la cama, aún con la ropa puesta: unos pantalones pitillo y un jersey de lana rosa a juego con mi pelo, no sin antes quitarme en las botas e intento dormir. estoy tumbada boca abajo, con la cabeza inclinada a la derecha mirando a la pared gris, mi mirada se centra en la caja de colores y en la carta, que saqué ayer por la noche al volver de patinar sobre hielo, cojo ambas cosas y las dejo en el escritorio.

Hago la cama, ya que por las mañanas nunca me da tiempo a hacerla, y me vuelvo a tumbar, ahora sí, dejando que los sueños me lleven a otro mundo.

-Valeria, Valeria- oigo como alguien me llama, a continuación noto como alguien me sopla en la cara, abro los ojos despacio encontrándome con unos ojos verdes mirándome. Me siento rápidamente de la cama debido al susto que me ha dado Simon.

-Te mato- comento, paso las puntas de mis dedos por debajo de mis ojos para quitar el maquillaje que seguramente se ha esparcido debido a mi siesta. Bueno "siesta" ya que aún no he comido.

-Lo siento- sonríe dándome un beso en la mejilla. -Espero que me perdones con esto- dice sacando una bolsa de plástico de su espalda con el logo del McDonalds, el olor a hamburguesa llena mi habitación haciendo que mi estomago ruja.

-Te perdono- sonrío y salgo de mi habitación, me dirijo a la cocina donde pongo dos bandejas- Pero la próxima vez que vayas a venir avísame- le di una llave a Simon por si acaso, por si me la dejaba dentro ya que soy bastante despistada.

-Lo he hecho, pero me imagine que estabas durmiendo- saca dos vasos del armario que hay en la parte superior de la isla y deja cada uno en la bandeja, saco las hamburguesas y patatas de la bolsa. Dejo el McWrap con patatas deluxe en mi bandeja, y en la de Simon una CBO con patatas de luxe tambien.

-He comprado como unos tres paquetes de la salsa de las patatas de luxe que tanto te gusta- dice mientras busca en la nevera la botella de coca cola. Tengo que ir a comprar, tengo la nevera casi vacía, es bueno que Simon se preocupe más por mi que yo misma y que me traiga la comida. Dejamos las bandejas en la mesa blanca, voy a mi habitación a por mi móvil antes de sentarme en el sofá con Simon. Simon se sienta muy al lado mía y coge mis piernas para que las ponga en su regazo. Enciende la tele y deja lo primero que hay, la que se avecina.

-¿Que tal hoy? - pregunto antes de darle un mordisco a mi McWrap, cierro los ojos del placer, esto de comer un sándwich todos los días me está afectando, he adelgazado mucho últimamente aunque no ha sido solo por comer poco. Cuando volví de Málaga estuve semanas sin comer, ya que solo pensar en Pablo me daba ganas de vomitar, no porque le tuviera asco, sino porque me había decepcionado. A demás, echo de menos la comida de mi madre, menos cuando voy a comer a casa de Simon, que su padre cocina comida sana.

-Bien, era una sesión de fotos de una de quince años- comenta, se lleva una patata a la boca.

-¿Y han salido bien?- pregunto

-Perfectas, y me han dado el dinero incluso antes de hacerlas, así que genial.

-Eso es que confían en ti- río. -Ves como eres bueno, y ni lo admites.

-Eh, hablo aquí la "No se pintar" -dice haciendo el gesto de las comillas haciéndome reír, le doy un minipuñetazo en el hombro. Empezamos a hablar sobre lo que íbamos a hacer el fin de semana cuando el tono de llamada empieza a sonar, me inclino y lo cojo. Veo que es mi madre la que llama y sonrío, solemos hablar todas las semanas. Me levanto del sofá y me acerco a los ventanales que hay en el salón que dan a la calle, no sin antes decírselo a Simon.

-Hola mamá- sonrío cuando descuelgo el teléfono

-¡Hola cariño!- chilla- ¿Qué tal la semana?

-Muy bien, las clases bien, y ayer me fui a patinar sobre hielo.

-¿Cuantas veces te caíste?- pregunta riéndose, ruedo los ojos pero me río también. Ella fue la que empezó a llevarme a patinar pero cuando se dio cuenta de que era pésima en ese deporte se rindió, no la culpo.

-No me caí- me río.

-¿Y tienes algun examen la semana que viene?- pregunta

-Nope- me quedo embobada mirando los pajaros que vuelan sobre el cielo azul lleno de nuves. Amo los pájaros. Miro el dorso de mi mano derecha, ahí están los cinco pájaros que me tatué el día de mi cumpleaños, cada uno por cada miembro de mi familia; el más grande con sólo el contorno tatuado el de mi padre; el siguiente que es un poco mas pequeño y completamente negro el de mi madre; le sigue el de mi padrastro que es como un padre para mi, y termina con el de Hugo: un pájaro con las alas abiertas, y con el mío, el mas pequeño de los cinco. No dolió mucho, fue como si te quemaran la piel, pero fue una sensación agradable, dentro de nada me haré el próximo.

-Bueno, necesito que me hagas un favor- la voz de mi madre hace que deje de mirar mi tatuaje, me doy la vuelta y apoyo la espalda en la ventana cerrada, veo que Simon no aparta la mirada de mi, nunca me había dado cuenta de como me miraba, me miraba como si yo fuera la única persona del mundo, tal y como me miraba él. AG.

-Dime

-Bueno, como mañana es mi cumpleaños- dice, y abro los ojos completamente, me acerco a la encimera de la cocina y miro el calendario pegado a la pared con celo, genial, mañana es sábado 22, el cumpleaños de mi madre y me acabo de acordar. No sé como ha podido pasar, siempre me acuerdo de todos los cumpleaños.- ¿Te acordabas, no?

-Claro- miento- como me iba a olvidar- Simon me mira dubitativo y le hago un gesto diciendo que se lo contaré después.

-Pues, necesito que me hagas un favor, así como regalo de cumpleaños- dice mi madre, me río por la ironía del asunto, esto debería de ser al revés.

-Vale

-Prométeme que lo vas a hacer.

-Te lo prometo

-Sé que es demasiado tarde y eso pero se me ocurrió ayer y te envié un mensaje y al final no me llamaste- paso la mano por mi flequillo, no me creo que se me olvidara llamarla. Menudo cacao estoy teniendo- Quiero...necesito- se corrige- que vengas mañana a Málaga, quiero celebrar el cumpleaños con toda mi familia, quiero que estés ahí Valeria.

-¿Qué?- mi madre estaba loca, ¿Cómo que me fuera a Málaga mañana? MA-ÑA-NA

-Si, por favor, vente y te vuelves el domingo, si quieres te pago yo el billete.

-Mamá- no es que mi ultima experiencia ahí fuera muy buena, pero me apetecía cambiar de aires, y a demás quiero ver a mis padres, y a Hugo que esto de solo hablar por mensajes no me gusta. Aunque ver a Casilda o a Alejandra me traerá muchos recuerdos. ¿Habrá vuelto? ¿O seguirá estando a saber donde? - No hace falta que me lo pagues, tengo ahorros.

-¿Eso es un sí?- pregunta emocionada

-Sí- oigo como chilla diciéndoselo a alguien, probablemente a mi padrastro, que ganas tengo de verles. Se me acaba de venir una idea a la cabeza, ¿y si voy con Simon? Así el viaje seria mas aburrido y por fin se lo podría presentar a mi familia.

-¿Puedo llevar a Simon? -Simon al oír su nombre quita su mirada de la tele y me mira.

-Claro, tengo muchas ganas de conocer a tu nuevo novio.- dice feliz

-No es mi n...

-Cariño tengo que irme que tengo que preparar muchas cosas, luego me dices a que hora vienes para ir a recogeros, ¡que ganas! Te quiero- chilla

-Y yo a ti- digo aunque mi madre ya ha colgado la llamada. Guardo el móvil en el bolsillo del pantalón y me acerco al sofá.

-¿Qué pasa conmigo? -pregunta

-¿Te apetece un viaje a Málaga?- sonrío mientras Simon me mira intrigado.

 

 
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-No me creo que estemos haciendo esto- dice Simon cuando estamos ya en su habitación y va mirando los próximos horarios del AVE para ir a Málaga. Había aceptado venir conmigo, se lo agradecía mucho.

-Hay que vivir el momento- saco su mochila grande que tiene debajo de la cama y voy sacando la ropa que más me gusta para llevarse a Málaga, mi maleta ya estaba al lado de su puerta. Habíamos decidido comprar los billetes desde su casa, dormir aquí y luego coger el ave que más pronto saliera por la mañana. Llamaríamos a un taxi para que nos llevara a la estación, ya que Robert trabajaba hasta tarde. Cojo una camiseta de manga larga de color blanca que tiene, que me encanta, la doblo y la meto en la mochila, hago lo mismo con sus pantalones. Cojo todos los gorros de lana que tiene y se los meto en la mochila, amo como le quedan los gorros. Sé que solo vamos a dormir una noche, pero soy muy previsiva. Me da un venazo y saco toda la ropa que acababa de doblar y de guardar en su mochila. Cojo mi maleta, la pongo encima de la cama y guardo su ropa en mi maleta. Me parece una tontería que llevemos dos maletas, con una sobra.

-El único que hay pronto es a las seis de la mañana- comenta mirando la pantalla de su ordenador.

-Compra esas- asiente y le doy mi tarjeta de crédito para que pague los billetes, ya que ha sido mi idea quiero ser yo la que pague. Cuando termina de pagarlos los imprime y los deja en su escritorio

-¿Vamos a comprar cosas para el viaje?- pregunta cuando se levanta de su silla y se estira.

-¿Que quieres comprar?

-No sé algún regalo para tu madre

-Se lo podemos comprar en ahí.

-Da igual, me apetece salir- dice saliendo por la puerta de su habitación, cojo mi bolso y le sigo.

Después de haber comprado no sé cuantas bolsas de patatas y comida para el viaje, y el regalo para mi madre, fuimos a casa de Simon, y aquí estamos viendo una película en su habitación.

-Es un poco loco que nos vayamos mañana a Málaga, así por así.

-Menos mal que lo has dicho tu - Simon esta apoyado en su codo mientras me mira.

-¿Ha sido una decisión loca?- pregunto.

-Todas tus decisiones son locas- se ríe

-Oh gracias, hay que vivir experiencias.

-Lo sé

Dicho esto nos quedamos dormido, él abrazándome desde atrás, con su barbilla apoyada en mi hombro.


Nota de Autor,

Bueno aquí tenéis el capítulo. FELIZ AÑO 2015! Quería agradeceros las 2 mil visitas en wattpad en EBDE y las 400 en AESA está genial sólo para haber subido tres capítulos! Muchísimas gracias por todo vuestro apoyo y vuestros comentarios! Por cierto, ya no voy a poner *Narra ____* porque todos están narrados por Valeria, menos uno de los últimos que está narrado por..... SORPTRESA!! Bueno espero que empecéis bien el año! El otro día salieron más entradas de Pablete, ojalá pueda conoceros en los conciertos! ily

Abrazo Koala a esa legión de ángeles.